Observo el paisaje desde mi ventana, este va cambiando de unos grandes edificios a unos grandes arboles, tengo puestos mis audífonos para no oír el discurso de mi padre, que esta intentando hacerme hablar desde hace como dos horas, pero me prometí a mi misma que no le hablaría hasta que el desistiera de esta loca idea de mandarme a un internado.
He dejado todo, mi vida, mi casa, y mis amigos solo porque mi padre cree que soy muy "rebelde" y quiere cambiar mi actitud, pero al mandarme a este lugar solo empeorara las cosas estoy segura. Cree que al internarme voy a olvidar a mi mama, ella murió hace 7 meses y desde hace 2 mi papá conoció a una chica y piensa casarse con ella, yo entiendo quiere rehacer su vida pero no se pudo buscar una novia decente, ella es la persona más despreciable de todo este mundo, solo lo quiere por el dinero, es una estirada, y amargada.
Desde lejos puedo ver el instituto, es de aspecto antiguo pero es muy grande, tiene enormes jardines con muchos árboles, hay una enorme reja en la puerta, diseñada para que nadie puede salir sin autorización de los guardias excelente pienso con sarcasmo.
Los dos guardias, abren la reja y el carro pudo pasar, ahí esta la directora esperando nuestra llegada, y al vernos sonrió alegre, yo solo suspire.
Mi padre se bajo seguido de mi hermana menor Mía, yo por mi parte me quede en el auto, mi hermana al darse cuenta me abrió la puerta y me hizo salir halandome del brazo, lo hacia para que no tuviera problemas.
La directora es una señora alta su cabello es marrón casi rojo, sus ojos son marrones y al sonreír se le hacen arrugas a sus lados, esta vestida con un traje de ejecutiva, yo la mira de arriba a abajo y rodé los ojos con fastidio.
- Hola chicas, bienvenidas al instituto Rossemor, espero que su estancia aquí sea de su agrado- dijo y yo solo me reí por lo bajo.
- Directora estas son mis hojas Mía y Sofía- dijo señalándonos.
- Un placer, bueno niñas, saquen sus maletas y acompáñenme- dijo.
Me acerque al auto y saque la maleta de mi hermana y las dos maletas mías, mi papa abrazó a mi hermana fuertemente como si no quisiera dejarnos ir, pero es falso porque si no creyera que somos un estorbo no nos hubiera enviado aquí en primer lugar.
- Sofía, por favor pórtate bien- dijo y yo solo mire a otro lado
- Si lo que sea- dije comenzando a caminar con la directora.
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decidí comenzar otra nueva historia muy parecida a la anterior espero que les guste
